Inmigrante de mi tren

No tiene mucha ciencia. La vida es un tren, o nosotros somos los trenes, no sé, pero el caso es que vamos caminando así por vías largas, largas que no sabemos hacia donde nos llevan. Nacemos siendo un pequeño vagón y al paso de los años el número de vagones crece junto con las experiencias, los conocimientos, las vivencias y las vamos guardando ahí para después hacer uso de ellas. Pero eso no es todo lo que nuestro tren carga, pues lo que en realidad da vida a nuestro tren son las personas que van subiendo a él. Y hay diferentes tipos de pasajeros pues hay algunos que tú decides subir y hasta les haces una invitación súper VIP con letras de oro, en papel especial y te sientes realmente honrado de que pasen, conozcan tu tren y se queden ahí por mucho tiempo. Existen otros viajeros, que a pesar de que también fueron invitados, al estar arriba deciden bajarse. Otros, tú eres el que decide bajar y casi casi sin parar solo les abres la puerta y los lanzas al precipicio sin impo...