GRACIAS TOTALES
La verdadera amistad no se trata de quién vino primero
o de quién te conoce más tiempo; se trata de quén llegó
y nunca se fue.
Llevo días pensando en la fantástica experiencia que es
conocer gente, hacer amigos. Y es que no sé si les ha pasado pero ya me he
cachado varias veces a la vida sorprendiéndome y poniéndome personitas que así,
de la nada, se vuelven importantes y valiosas. Y es que ya hasta había escrito
sobre esto, pero cuando llegan personas inesperadas que se quedan y llenan de
cosas buenas lo único que puedo pensar es ¡GRACIAS! Y digo no es como que uno
vaya a algún lugar y planees las amistades, pero creo que existen situaciones
que por consecuencia te van a generar amigos. No sé una escuela nueva, un nuevo
trabajo, probablemente un viaje. Pero cuando pasan cosas, como por ejemplo, ir
al antro con amigos y ahí conoces a alguien, lo último que esperas es que esa
persona se vuelva especial y si pasa es cuando puedo pensar: Gracias por las
personas inesperadas.
La verdad es que estamos en una fecha en la que todo es
cursi, todo son corazones y los colores rojo y rosa hacen a un lado a toda la
demás gama de colores; la mercadotecnia es pensada para aquellas parejas que se
juran amor eterno y los días se “ponen de modo” para ir por la vida derramando
miel. Pero, ¿qué no también es día de la amistad? Por eso hoy decido escribir
para esas personas que considero mis amigos.
Y yo no sé ustedes, pero yo cuento con un sinfín de
variantes amistosamente hablando por lo cual haré una hermosa lista de mis
tipos de amigos:
-Los psicólogos: Esos los defino como aquellos que
probablemente no veas muy seguido pero que por alguna extraña razón siempre se
contarán los problemas. Esos que cuando por fin pueden juntarse a algún
cafesito o una cerveza, pueden hablar por horas para ponerse al corriente de la
vida amorosa, el chisme del mes, los planes a futuro, etc.

-Los colaboradores: Ellos son como los que colaboran en una
canción, en una película, en un artículo, una revista, en fin. Son personas que
entran, te ayudan en algo y la pasas increíble. Pero la vida, el tiempo, el
destino los separan de nosotros y no volvemos a toparnos más con ellos. Sin
embargo, si te los encuentras por casualidad en algún lugar, brincas de emoción
y los sigues considerando buenos amigos.
-Los salvadores: (Este tipo de amigas son muy comunes en las
mujeres, pero imagino que los hombres también deben tenerlos) Son las que están
en caso de emergencia, o sea, cuando tienes un evento o una fiesta y dices ¡Ya
me puse todo lo que tengo en el clóset, voy a parecer fotografía! Entonces
siempre están las amigas “salvadoras” que cuentan con un muy buen gusto para
vestirse (o uno muy parecido al tuyo) y te sacan de apuros prestándote el
outfit perfecto.
-Los random: Son los que te das cuenta que en realidad no
tienen mucho en común, que sus mundos son muy opuestos, pero que una fuerza
sobrehumana (ok, exageré) los tiene ahí aprendiendo uno del otro. Mientras tú
quieres ir de antro, él prefiere un bar; tú escuchas pop, él música clásica; te
gusta ver tele, prefiere los libros, etc. La verdad es que amo estas
situaciones porque te das cuenta que están para ampliar los horizontes y
aprender cosas muy diferentes de lo que tu mismo círculo te puede brindar.
-Los inquebrantables: Son los que pueden pasar huracanes,
tornados, años luz, derrumbes y erupciones volcánicas, ¡todo! pero ellos siempre, estarán ahí y
sabes que aunque pase todo esto la amistad se queda intacta y seguirá siendo
igual o hasta más fuerte.

-Los versátiles: Son los que ocupan más de dos categorías y
que sin duda también podrían denominarse los incondicionales. Aquellos que
están para echar fiesta, para darte un
consejo, para ayudarte, escucharte, reír y llorar contigo. Son los que, como
dicen por ahí, se cuentan con los dedos de una sola mano y que en realidad
consideras más un hermano de otra madre.
Seguro tú que estás leyendo esto, perteneces a algún tipo de
amigo de Claudia (o sea yo) y en este día en el que todo mundo se dedica a
darle regalitos, besos y abrazos a los novios, yo aprovecho para decirte
¡GRACIAS! Por tu tiempo, por aguantarme, por escucharme, por reírte conmigo,
por los likes, por la ropa prestada, por el apoyo y por estar siempre ahí para
mi sin importar que estés en Holanda, por ejemplo.
Y ya que me puse a derramar miel y a ver corazoncitos dando
vueltas en mi cabeza, espero que haya causado una sonrisa en ti al recordar
algún momento conmigo, porque hoy para mí es un día de darle amor a la amistad.
¡FELIZ DÍA DE SAN VALENTÍN!
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