¿Cuánto duran tus "para siempre"?
“Tengo ganas de dejar de pensar
tanto y empezar a sentir mucho” No pude encontrar frase más exacta para lo que
me pasa en estas épocas y es que Lucía tiene tanta razón en taaantos aspectos,
que me sorprende y lo hace cada vez más. No me da pena decir que por ella me
animé a escribir, al contrario. Ella me impulsó a no solo expresar mis
sentimientos sino compartirlos, porque posiblemente en algún lugar del mundo
siempre habrá alguien que se identifique contigo y ame lo que haces, o en este
caso escribes. Sí, sí hablo de Lucía Orozco o mejor conocida como Lucía la de
Flor. Esa a quién mientras leo le digo Luchis como si ya fuéramos amigas de
toda la vida. –Por la inspiración, gracias-.

Pero hoy, luego de vivir todas
esas cosas y unos cuantos tropezones más, tengo miedo de nunca volver a tener
esa inocencia, de nunca volver a sentir que quiero a alguien para toda la vida.
¿Cómo voy a estar segura de quererlo para siempre del otro lado del colchón? Y,
¿si cambia mucho su forma de ser? O peor aún ¿si yo cambio y ya no me gusta su
forma de ser? Me ha pasado con muchas personas y aún no logro descifrar si soy
yo o ellos los que mutamos pero de que hubo una transformación, la hubo. ¿Cómo
le hacen mis abuelitos que a pesar de más de 60 años de casados todavía
parecen amarse? Puede ser muy patético, pero encuentro la respuesta en la
canción de Rocío Durcal y como ella, a veces también estoy segura que “la
costumbre es más fuerte que el amor”.
Qué bueno que no tengo que
atravesar el terrible camino que podrían significar todas esas preguntas en este
momento. Me gustaría sentir la sensatez de las parejas de mi edad que al tener
un bebé sin planearlo, deciden estar juntos “para siempre”, ¿no se sienten muy
jóvenes para tomar una decisión de semejante tamaño? ¿Pensarán en qué pasará
con su bebé si luego de los años ya no se llevan bien? ¡Qué difícil!

Sin embargo, también existe mi Claudia soñadora que tiene esperanzas de que llegue alguien que mueva todo y que por alguna reacción química le ayude a cambiar su forma de pensar, que la convenza que no todo es efímero, que aunque los amigos, la escuela, los romances, los viajes, el trabajo, el agua, las esperanzas, hasta la misma vida se terminen; el amor que él le brindará le quitará cualquier miedo y entonces Claudia amará desmedidamente.
Mientras tanto me mantengo fría,
incrédula, dura y con cara de fuchi ante cualquier demostración de amor.
Haciendo uso de mi ya muy hábil mecanismo de defensa.
Después de leer tu último post, fue tal mi curiosidad que me fui con el que seguía, para atrás evidentemente y de nuevo una grata sorpresa, me agrada tu manera de escribir, espero que tu amor por la escritura sea eterno, que no termines de enamorarte nunca de las palabras, que lo sigas disfrutando como cuando escribiste por primera vez algo que decidiste era digno de ser compartido o simplemente te diste la oportunidad de entrar a otros mundos mediante los ojos de los que se atrevan a leer y del otro lado, te diste a conocer por medio de estás palabras, que aun que son geniales en su conjunto, no coincido contigo en la cuestión de la costumbre, nuestros abuelos y creo que incluso nuestros padres nacieron en otro tiempo y ya lo decía por ahí alguna foto en las redes sociales, nacieron en un tiempo donde cuando se rompia algo, se pegaba, cuando se descomponía algo, se arreglaba... Hoy lamentablemente parece que nos vamos materializando a tal grado que perdemos nuestra capacidad de perdonar, de arreglar, de unir, de negociar.
ResponderEliminarTal vez y solo tal vez cambiemos cuando entendamos que el amor es una decisión y si todos los días decides amar a la persona que amanece a tu lado, te das permiso de enamorarte otra vez de esta persona, con todos sus defectos y a pesar de sus virtudes, enamorarla como cuando la conociste, entonces tal vez, entendamos por que nuestros abuelos y padres llevan años celebrando la mejor decisión de sus vidas.
Saludos y de nuevo un par de palabras: Gracias y felicidades!